Los comentarios que habéis hecho de esta lámina suelen incidir en dos errores. Primero, hacéis un comentario de tipo arquitectónico, no escultórico, cuando de lo que se trata es de comentar la escultura del maestro Mateo. Segundo, no seguís el esquema de comentario que hemos establecido, así que recordadlo.
Aquí os dejo un ensayo de comentario. Recordad que primero hay que describir (utilizando términos adecuados, en rojo) y, luego, explicar.
EL PÓRTICO DE LA GLORIA.
El Pórtico
de la Gloria constituye el nártex de entrada a la catedral de Santiago de
Compostela. Es un pórtico cubierto con bóvedas de crucería y todo él recubierto
de esculturas. Las esculturas están realizadas en granito y son del género
religioso. Las más importantes aparecen en la portada central. En el tímpano de
la misma se representa el Pantocrátor rodeado de los símbolos de los
evangelistas (teramorfos) y una serie
de ángeles con los instrumentos de la pasión de Cristo. Su estilo es
característico del Románico: figuras rígidas, inexpresivas, con poco estudio
anatómico, que ocupan la totalidad del tímpano (“horror vacui”) y se adaptan
él. En las arquivoltas aparecen los 24 ancianos del Apocalipsis tocando
instrumentos musicales. Su estilo es más naturalista, e incluso algunos parecen
conversando entre ellos. En las jambas de la portada aparecen profetas del
Antiguo Testamento y apóstoles del Nuevo Testamento. Son las figuras más
naturalistas, tanto en las proporciones como en la expresión de sentimientos.
En el parteluz aparece la imagen de Santiago. Todo el pórtico iba policromado.
El Pórtico
de la Gloria fue construido por el maestro Mateo a finales del siglo XII. Su
finalidad, propia de las artes visuales de la Edad Media, era adoctrinar a los
fieles que acudían a la catedral de Santiago en la idea del Juicio Final y
simbolizar una realidad superior, espiritual, en la que tenían que meditar si
querían obtener la salvación eterna. Sus esculturas marcan el culmen de la
escultura románica española. Además, el maestro Mateo, influido por obras
francesas, introduce novedades que marcan la evolución hacia el Gótico: el
mayor naturalismo de las imágenes, el inicio de la autonomía de la escultura frente a la arquitectura y la sustitución de las jambas de la portada por estatuas columnas.
